Queridos compañeros me dirijo hacia ustedes con una gratitud inmensa por haber compartido tantos momentos y experiencias nuevas de mi vida con cada uno de ustedes, aprendí de cada uno de ustedes cosas nuevas para la vida y no niego que tanto para mí como para mi compañero es muy difícil despedirnos porque sé que con varios y lastimosamente creería que con la mayoría, por circunstancias de la vida no nos volveremos a ver, pero en nuestro corazón queda todos esos momentos gratos que pudimos compartir y que a pesar de la lejanía o distancia que podamos tener siempre estarán en nuestra mente esos recuerdos de tantas risas y momentos felices que pudimos pasar juntos y que a pesar de que no fuimos un grupo demasiado unido siempre cuando alguno tuvo alguna dificultad nunca se dudó en ayudar y menos si estaba en nuestras manos las manera de de ayudar a superar esa situación por la cual se estuviera pasando. Espero y aspiro que todos y cada uno de nosotros salgamos adelante y que con ayuda de dios tengamos un muy buen porvenir y que todos podamos cumplir todos aquellos sueños que están en la mente de cada uno de nosotros, sabemos que quizás pudieron haber diferencias con personas del grupo y que aunque pudiese que no nos habláramos agradezco por haber estado en mi vida y en mi familia porque más que un colegio fue mi segundo hogar , a esas personas que fueron demasiados cayadas y que casi nunca se hicieron notar le queremos no debemos tener temor a demostrarnos tal y como somos sin miedo alguno, no temer al rechazo y que muchas veces dejamos de conocer a personas demasiado agradables por temor a  ser rechazados, que deben arriesgasen y no temerle a nada y entender que todos somos iguales y que nadie, absolutamente nadie es mejor que nadie. los queremos demasiado y los vamos a extrañar mucho.

 

ANDRES RIVERA 

MIGUEL ALDANA